El club de los herederos que rechazan su fortuna

Uno de ellos era el millonario británico Phil White, que sorprendía a los periodistas presentes en el Foro afirmando que «es indignante que nuestros líderes políticos escuchen a quienes más tienen, que son los que saben menos sobre el impacto económico de esta crisis, y muchos de los cuales pagan impuestos increíblemente bajos. ¡El único resultado creíble de esta conferencia es gravar a los más ricos, gravarnos a nosotros y gravarnos ahora!». White, que representaba a un grupo de ricos estadounidenses llamado Patriotic Millionaires, hizo su fortuna como consultor de negocios. Tras dar forma a este peculiar grupo de protesta en América contactó con millonarios europeos como la alemana Marlene Engelhorn, última heredera del fundador de BASF, que ha dado forma por su parte a la asociación AG Steuersrechtigkeit, que opera bajo la denominación común en redes de 'Taxmenow'. Desde ambos lados del Atlántico, los millonetis que no se sienten cómodos con sus fortunas unieron fuerzas para presentarse ante el Foro de Davos y publicaron una carta abierta firmada por más de 150 ejemplares de este exclusivo grupo social. Entre esos nombres figuraban, por ejemplo, los del actor estadounidense Mark Ruffalo. la heredera de Disney Abigail Disney, Nick Hanauer, un empresario estadounidense y uno de los primeros inversores en el gigante en línea Amazon, y Morris Pearl, ex director gerente de la firma de inversiones BlackRock.

Junto con Tax Justice Network y el movimiento ciudadano Finanzwende, la organización 'Taxmenow' reúne firmas para aumentar los impuestos de los ricos bajo el lema «Twist tax privilegies», además de un impuesto a las transacciones financieras «para que se vuelvan a gravar las transacciones con valores». Las organizaciones también están haciendo campaña, entre otras cosas, por un impuesto mínimo global y mayores impuestos sobre la renta para los que más ganan. «A menudo, el origen y la herencia determinan las oportunidades de vida y la influencia», explica Christoph Trautvetter, de Tax Justice Network, «estas personas ricas están de acuerdo en que los ingresos adicionales generados por las reformas propuestas podrían ser utilizados para proporcionar viviendas asequibles o una mejor educación o para reducir los impuestos para todos».

«La actual distribución de la riqueza es perversa», reconoce el millonario germano-griego Antonis Schwarz, en la cima del dólar desde que en 2006 se vendió la compañía farmacéutica de su abuelo. Tenía 16 años y recibió 4.400 millones de euros. Hoy es activista de Millionaires for humanity. Forma parte de una nueva generación de jóvenes superricos y concienciados que se dedican a la «inversión de impacto», inyecciones de dinero en iniciativas sostenibles, amables con los derechos humanos y la protección del clima. Para ello se forman en cursos específicos, como al que Antonis Schwarz asistió en 2019 en la Escuela Kennedy de la Universidad de Harvard. Los participantes tuvieron que pasar una entrevista antes de pagar los 12.000 euros de la matrícula por una semana de conferencias. «Representan una insurgencia silenciosa entre los millenials más ricos del mundo», ha descrito el analista David Ramli, que apunta que entre los exalumnos figura también Chung Kyungsun, nieto del fundador de Hyunday Group. «No digo que yo sea responsable (de la brecha creciente entre ricos y pobres) o que lo sea mi familia, pero definitivamente soy alguien que se beneficia de esa estructura social y siento la necesidad de hacer algo al respecto», ha dicho el fundador de Root Impact, dedicada a subvencionar viviendas asequibles y programas ambientales. Y cada vez son más. Casi el 90% de los ricos herederos encuestados por Credite Suisse en 2018 al respecto se mostraron partidarios del capitalismo sostenible.